martes, 4 de marzo de 2008

Suena la trompeta en el norte de Suramérica


A comienzos del siglo XXI, cuando se supone que el mundo esta más evolucionado, nos encontramos con más guerras en todas partes del planeta, África, medio oriente, Europa del este, Suramérica, etc. A lo que venia sucediendo con los gobiernos de izquierda de Ecuador y Venezuela y el de derecha de Colombia, se suma un nuevo episodio por la muerte de un señor apodado Raúl Reyes, se agravo la tensión entre estos países y ya se habla de militarizar fronteras, de rompimiento de relaciones diplomáticas, y quizás, de relaciones económicas.

No respondo por lo que pasa internamente en Ecuador y en Venezuela, pues no vivo, ni he estado nunca en esos países, y no conozco de primera mano lo que allí sucede, por eso me referiré a lo que creo (pues toda opinión es subjetiva) que pasa en Colombia, y en particular, con el punto que desato la muerte del señor Reyes.

El problema de la muerte de Reyes no es precisamente ese señor, sino todo lo que ocurrió alrededor de la misma. Considero que el gobierno colombiano se equivoco al violar las normas internacionales para dar con la muerte de dicho guerrillero, y se equivoco además, en no ser claro con el gobierno ecuatoriano e incurrir en mentiras para justificar el hecho. Es decir, validó la sentencia: “el fin justifica los medios”, sentencia que ha sustentado muchos gobiernos de facto.

Como un simple ciudadano me pregunto: que mensaje le envió el gobierno colombiano a sus conciudadanos, cuando pide que se acojan a las normas pero éste las viola?, cuando por lograr un objetivo se lleva por delante a quien sea y después pide disculpas?, ósea primero se dispara y luego se pregunta, cualquier ciudadano puede emular estas acciones, y entonces usar la fuerza por encima de la ley, para lograr algo que considera justo para él, y luego decir que lo hizo en legitima defensa y no acudir a las normas que nos rigen como ciudadanos. Por eso el país cada día se polariza más y todo el mundo amenaza e impone sus puntos de vista. Creo que en este caso en particular el gobierno actuó como lo hace la guerrilla.

Otro punto tiene que ver con la falta de claridad del gobierno colombiano a su homologo ecuatoriano, y eso me genera unos interrogantes peores aún: si el gobierno mintió en un hecho que podría traer graves consecuencias, ya que se trataba de un gobierno extranjero, no habrá mentido en otros momentos a los colombianos en hechos internos?, será que no se habrán equivocado con otras personas, campesinos por ejemplo, a quien nadie puede entonces defender, y habrán mostrado a la opinión publica los hechos de manera tergiversada? Como se le cree a un gobierno que he incurrido en una mentira para justificar una acción, así sea esta loable para muchos?

El señor Reyes murió en su ley, imagino que para cualquier guerrero, sea soldado, paraco o guerrillo, morir por la causa que defiende debe ser un honor, así que la muerte, el señor Reyes debió esperarla, y también todo su grupo, como algún día le pasara al resto, pues para eso viven y luchan.
Aclaro que no respaldo a ningún grupo armado, pues me causa la misma repugnancia todo aquel que se valga de un arma para imponer sus ideas, las armas se hicieron para matar, como diría una columnista colombiana que no recuerdo el nombre, pero hay que reflexionar sobre estos hechos, sobre todo a hora que el país esta mas polarizado y el nacionalismo aflora, es bueno que los nacionales de Colombia, Ecuador y Venezuela calmen los ánimos, y eviten que la tensión se agrave más de lo que está, una guerra solo beneficia a gobiernos distintos de los que participarían en ella, en cambio perjudicaría a los habitantes de los tres países.